En Educación Infantil, estos dos conceptos de “hacer”
y “pensar” están directamente ligados entre sí en el aprendizaje y en los
varios procesos de desarrollo del niño.
¿Pero, porqué?
Hacer --> Crear, formar, inventar, concebir,
descubrir, imaginar, innovar,…
Pensar --> cavilar, especular, recapacitar, madurar,
preocuparse, deliberar,…
La adquisición de nuevos conocimientos y la construcción
del pensamiento que conectan el niño con el mundo científico se traduce en ese
mismo proceso PENSAR y HACER.
En el proceso de aprendizaje los niños, tienen
ya por supuesto, modelos mentales que los despiertan para la curiosidad, los
hacen reflexionar y PENSAR sobre sus contenidos teóricos aprendidos donde
parten para hacer búsquedas e investigaciones para ampliar los conocimientos.
Entendiendo el aprendizaje como construcción del
pensamiento, eso es el inicio de la construcción del pensamiento científico, es
una re descripción el conocimiento intuitivo.
Y a partir de ello, construyen el conocimiento científico,
HACENDO a partir del “pensar”, un conjunto de experiencias donde ponen en práctica
los contenidos interiorizados, un trabajo científico a partir de la
comunicación y de los modelos mentales que tenían.
Así pues, no sólo necesitamos la experiencia, sino que los conceptos teóricos
que son el camino para formular cuestiones, conocer, interiorizar o crear otros
conocimientos.
Y como refiere Jordí Marti en “La construcción del conocimiento científico
de los 3 a los 12 años. ¿Qué sabemos?”, eso es lo que se espera de la escuela, “el desarrollo del pensamiento científico y el desarrollo de la
capacidad de lo aplicar de manera autónoma y significativa a las situaciones en
que esto puede ser útil”.
En conclusión, pensar
es hacer y no hay hacer sin pensar. El pensamiento influye en la realidad (en
todos sus órdenes). La ciencia y la tecnología que hacen realidades necesitan
levantarse sobre una sólida base de pensamiento.
Su hacer está respaldado por un pensar.





